“ La esposa contempló la llave y vio que estaba manchada de sangre. Horrorizada, intentó limpiarla con la falda de su vestido, pero la sangre no se iba ”

Cuando la llave que llora -la pregunta que solloza- mancha nuestras personas, ya no podemos ocultar por más tiempo nuestras congojas. Una vez contemplada la horrenda verdad, ya no podemos fingir que no existe.

**Barbazul. Clarisa Pinkola Estes. Mujeres que corren con lobos**.

Por cierto, ¿ os habéis fijado en que el protagonista masculino de este cuento tiene nombre propio ( «Barba Azul » ) y la protagonista femenina queda difuminada en un sustantivo que nombra el vínculo con él y sólo en relación a él se la llama ( «Esposa de Barba Azul » ) ?

Imagen de autoría desconocida