Lo confieso: soy súper fan de Harry Potter. 

Me pasé el confinamiento gordo jugando a hacer hechizos, con un palito de comida china. Acabo de ir cine a ver – por enésima vez – la peli “ La Piedra Filosofal”: la reponían en pantalla grande, por el 20 aniversario. Enciendo la linterna del móvil diciendo a Siri  “Lumos Máxima ”( sí, eso se puede sin configurar nada ). 

Vale… más que fan, soy una friki de la obra de J.K. Rowling. Y especialmente del personaje de Hermione 😉

Ella muestra que además de ser brillante a nivel intelectual ( por ser aplicada, no superdotada ! ), tiene conciencia y alfabetización emocional . Son compatibles. Y lo admiro. 

En este pequeño vídeo, extraído de la peli “ La Orden del Fénix”, el trío protagonista habla del primer beso de Harry. El chaval lo describe como húmedo, de forma poética y sinéstesica. Tratan de comprender qué le pasa a la chavala, llamada Cho, quien lloraba mientras besaba a Harry .

https://bit.ly/3KjgoXG

Algunas reflexiones que comparto: 

¿ Qué pasa cuando nuestra idea de experiencia sexoafectiva no se corresponde con lo que pasa en la realidad ? 

Ay, las expectativas románticas… que nos explotan la cabeza… y aparece la culpa, como si Harry besara mal… no se entiende lo que no encaja en el esquema previo…

¿ Pensáis que Ron entiende remotamente cómo se siente Cho ?  ¿ Cabe la empatía hacia Cho si de entrada, vemos imposible sentir todo eso ( sin explotar ) ?

Arresto momentum, porque aquí hay tela para cortar.

Mi hipótesis es que difícilmente podemos ponernos en los zapatos de otra persona, si nuestro propia exploración interior está constreñida y además, consideramos las emociones como excluyentes. 

También considero que la actitud ante el conocimiento emocional, puede estar afectada por nuestras creencias. Es decir, si a priori me digo que “ alguien que sienta mucho puede explotar “, lo más probable es que no me ponga a acceder a mis emociones ( porque me abrume , asuste o no encuentre un sentido para ello ). También considero que el juicio de valor sobre lo que significa “sentir muchas cosas “, está impregnado de un fuerte factor de género. 

oh…y merece un buen windgardium levioosa para que lo aligere, que van siglos ya con este peso …

Me explico preguntando … en un mundo estereotípicamente binario, ¿ de qué personas se suele de decir que son sensibles, emotivas, proclives a hablar extensamente de lo que les afecta ? ¿ de las personas socializadas como hombres o como mujeres ? 

Y sigo un poquito más…. imaginad alguien así como Hermione, que puede nombrar abiertamente 5 emociones sin despeinarse, e identificar con claridad sus causas. Imaginad que ese alguien habla en primera persona y de manera habitual de su mundo interior …. ¿ os habéis imaginado a esa persona como hombre o como mujer ? ¿ qué atribución se le da dicha a la competencia emocional ? 

¿ Se piensa que es algo crucial e imprescindible, positivo, digno de estudiarse en la escuela, se conocen referentes académicos premiados en la materia ? 

¿ O más bien se valora como una competencia del espectro de lo accesorio, que damos por hecho que se tiene pero se patologiza cuando se pierde, vinculado a la pérdida de control, falta de equilibrio, intensidad indeseable ( menstrual… ) ? 

Yo creo que tradicionalmente el patrimonio emocional se ha atribuido a las mujeres. En la educación sexista binaria que recibimos desde la vida intrauterina, hay un paquete de habilidades que se nos entrena a practicar y otro paquete, se condena al ostracismo en función de si somos niñas o niños. 

Se dice de ellas que son más afectivas y cariñosas, se les regala muñecas para que practiquen en esta esfera. Se dice estereotípicamente que los niños son más fuertes y no lloran, de forma que se veta el contacto con buena parte del abanico sentimental. Los talleres de terapia ( da igual biodanza, constelaciones o gestalt… están súper feminizados, así como las profesiones sociosanitarias y educativas ) . Es decir, dentro del sistema patriarcal se ha reforzado e intensificado para las mujeres el contacto y la expresión de las emociones. Expectro patrunus ya !

mmm …¿ Imagináis a Ron explicándole a Hermione como se siente Cho ? cambiad tal cual el guión entre los personajes…poned poción multijugos entre ambos…¿ rechina algo ? ¿ qué diríamos de un Ron que identifica 5 emociones y de una Hermione – ladrillo ? 

Y esto no significa que los hombres, con entrenamiento y dedicación al respecto no puedan de la misma manera acceder al mundo emocional porque a fin de cuentas, es un asunto HUMANO ( cuyo caudal no está condicionado por las glándulas sexuales ). Es cultural, no biológico. Se puede aprender. Alojomora a abrir esa puerta 😉

De hecho, yo misma, para nombrar las emociones que identificaba en mí, hace no mucho, he tenido que estudiar palabras nuevas. Porque no formaban parte de mi lenguaje pero sí de mi mundo interno. Así como aprendí de pequeña los sustantivos de las cosas de mi alrededor: para comprender el mundo y hacerme entender en él. El idioma de las emociones, vaya. 

Y bueno, sin ánimo de hacer de spoiler, por si alguien no ha llegado a «Las Reliquias de la Muerte», Ron y Hermione se hacen pareja, tienen criaturas … Juguemos a la adivinación, sin lágrimas de pensadero, ¿ cómo pensáis que será la comunicación íntima entre ambos ? ¿ quién abrirá los melones ? ¿ quién nombrará el clima afectivo del subsistema conyugal ?

¿ Pensáis que se puede estar simultáneamente triste, confusx, agobiadx, culpable y con miedo ?

En gestalt, una técnica que se aprende en la formación, cuando tratamos de nombrar la experiencia emocional, es sustituir la palabra “pero” por la palabra “y “. Por ejemplo, puede darse ante la pérdida de alguien amado y muy enfermo, sentir a la vez, tristeza y alivio ( en vez de “  tristeza pero alivio”). No hay pero que valga ahí, no hay contraposición. Las emociones coexisten. Y estar abiertxs a esa posibilidad es permitirnos observarlo. Aunque parezca un cacao maravillao. Poder cerrar las experiencias en paz: travesura realizada.

La vida misma nos presenta a la vez en nuestra biografía procesos aparentemente contradictorios de forma simultánea: puedo estar embarazada ( contenta ? ) y perder a alguien querido ( apesadumbrada ? ) . Puedo atravesar un tratamiento por un problema de salud ( angustiada ? ) y  mientras encontrar un reconocimiento laboral ( satisfecha ? ). En nuestro corazón y cuerpo, se alojan todas las emociones que adaptativamente toque sentir ante la realidad, que llega sin más. 

Y para ir concluyendo con esta entrada del blog de hoy, quiero insistir en que Hermione lo mola todo. Porque ella es hija de muggle, y lejos de acomplejarse o entrar en victimismo, se aplica y estudia para hacerse valer. Elige la resiliencia, a pesar del acoso con que le llaman sangre sucia en Hogwarts. Y esta forma de encarar sus circunstancias, me inspira mucho porque esta vida a veces nos trae tragos amargos y el reto es, como dice Viktor Frankl, ir dándole sentido en cada situación concreta. Respondiendo lo que amerita. 

¿ Y cómo hacer eso ?

Accio respuestas, por favor.

Para empezar, siendo consciente de cómo me siento en cada momento. 

De ahí, la necesidad urgente de bucear en las emociones y arreglárselas para llamarlas por su nombre. A fin de adaptar la conducta a las circunstancias, de forma flexible y fluida. Sobre lo que realmente haya en el corazón en cada instante. En vez de solidificarnos y anquilosar nuestras respuestas como un ladrillo emocional 🙂 

Aclaración: he mirado un poco el twitter de J. K. Rowling, leído artículos de aquí y allá… sobre sus supuestas opiniones terfas. También hay quien dice que han excluido a la autora del sarao de 20 aniversario de forma discriminatoria por su posicionamiento feminista. Reconozco no tener conocimiento suficiente sobre la polémica . Mejor no hablar sin saber. Espero no meter la pata. Mandadme una lechuza, por favor, si eso.